Cuando hablamos de energía nuclear nos referimos a aquella que se libera masivamente de forma espontánea o provocada con reacciones nucleares. En este proceso no se emiten gases contaminantes a la atmósfera que son causantes del efecto invernadero.

Históricamente no se ha considerado energía renovable, porque su actividad genera residuos radiactivos muy contaminantes y peligrosos, y por el enorme riesgo de catástrofe si hay un accidente en una central nuclear. Pero la presión por alcanzar el ambicioso objetivo de descarbonización que se fijó la Unión Europea para alcanzar la neutralidad de emisiones en 2050, ha obligado a buscar otras alternativas para poder cumplirlo.

Entre estas alternativas, la Unión Europea ha decidido pisar el acelerador en la creación de energía sostenible y limpia y actuar ante la previsión de una creciente demanda energética de cara a los próximos años. Por eso, la propuesta que ha planteado la Comisión Europea es la de certificar como energía verde toda aquella que sustituya al carbón y no emita gases contaminantes, como es el caso de la nuclear y del gas natural. En el caso de la nuclear la propuesta va acompañada de unas condiciones muy estrictas que deben cumplir para evitar dañar el medio ambiente y para tratar los residuos procedentes de su actividad.

A pesar de este paso para considerar a la nuclear como energía sostenible, tenemos que tener claro que para ser una energía renovable tiene que usar un recurso inagotable y con una capacidad de regeneración que sea igual o mayor a la de su consumo. La nuclear se obtiene con la fisión de isótopos de uranio, y el ritmo al que se consume el uranio es mayor al de su generación natural. Por lo tanto se puede determinar que la energía nuclear no es una energía renovable.

Tampoco se puede sostener que la nuclear sea una energía limpia. Es cierto que cuando se obtiene la energía no se emiten gases contaminantes, solamente vapor de agua, pero no podemos olvidar los residuos radiactivos resultantes que se llevan a cementerios nucleares y que son un peligro para el medioambiente y para los seres vivos. Solamente es una energía limpia con respecto a las emisiones que emite a la atmósfera.