Según el último informe publicado por la Agencia Internacional de la Energía (IEA), el crecimiento de la demanda mundial de electricidad ha desacelerado drásticamente. Esto contrasta con su recuperación del año anterior, y está causado por el débil crecimiento económico y por el aumento de los precios de la energía derivada de la invasión de Ucrania. Los datos indican que durante 2022 la demanda mundial de electricidad crecerá un 2,4%, mientras que durante el año pasado el crecimiento fue del 6%.

Sin embargo, la generación de energía renovable global está experimentando un impulso en su crecimiento. Las previsiones indican que crecerá antes de que acabe el año en más del 10%, desplazando parte de la generación mediante combustibles fósiles. Por lo tanto, nos encontramos en una situación en la que la generación de energía renovable va a crecer más rápido que la demanda general de energía.

¿Cuáles son los impedimentos en el crecimiento de la energía renovable?

• Existen movimientos formados por plataformas y asociaciones que se posicionan en contra de grandes instalaciones eólicas y fotovoltaicas. Reclaman que la energía se trate como un bien común y no se haga negocio.
• La falta de planificación coherente en la tramitación de proyectos de energía renovable, que está frenando en ocasiones el ritmo de crecimiento que podría ser mucho mayor.
• La apuesta clara se debe dirigir hacia el autoconsumo, ya que es la herramienta que nos ayuda a reducir el gasto energético.
• La falta de estudios de impacto ambiental o la utilización del suelo sin tener en cuenta los usos a los que estaba destinado, puede provocar una burbuja en el sector similar a la inmobiliaria de hace unos años.

Ahora que tenemos claro que las energías renovables son la pieza clave que nos va a permitir realizar la transición ecológica y eliminar las emisiones contaminantes. Tenemos que ser conscientes de que el camino no es fácil, y que requiere adaptaciones que no compliquen su implementación.