El principal impedimento con el que se encuentra el desarrollo y mejora de las energías renovables es la posibilidad de almacenar esa energía. Ya que hay energías como la solar y la eólica que se producen solamente en momentos determinados y resulta necesario su almacenamiento para poder utilizarse en otros momentos. Por eso, el desarrollo de las renovables va ligado a la mejora en las técnicas de almacenamiento que existen.

La transición energética está basada en la sustitución de las energías con emisiones contaminantes como el carbón, gas natural o uranio, a favor de las renovables como la eólica y la solar. Esta transición del sistema energético tiene la necesidad de desarrollar sistemas de almacenamiento que permitan acumular la energía generada de forma eficiente. Hasta que no se compense el suministro intermitente de energía procedente de las renovables con el almacenamiento, no se podrá completar esta transición energética.

Tipos de almacenamiento de energía renovable de forma eficiente

• Almacenamiento mecánico. Se produce en las centrales hidráulicas de bombeo, que mediante un sistema de turbinas producen electricidad con el agua almacenada en el embalse con un sistema de bombeo que permite volver a impulsar el agua de nuevo al embalse. Este método es muy eficiente y flexible y es utilizado en más del 90% de la potencia de almacenamiento de Europa.
• Almacenamiento térmico. Se produce en las centrales de concentración solar, cuando en las viviendas la energía solar se emplea para la producción de agua caliente. Cuentan con un depósito que almacena el agua caliente que produce la instalación solar y que no se ha consumido. También se utiliza cuando alcanza grandes temperaturas para generar vapor de agua, pudiéndose generar electricidad como hace una central térmica convencional. En este segundo caso la energía se almacena mediante materiales con alta capacidad calorífica para producir la electricidad en otro momento.
• Almacenamiento químico. Consiste en transformar la energía eléctrica en energía mediante enlaces químicos. Esta energía se extrae cuando hace falta o se pueden utilizar directamente las moléculas en procesos industriales. Si la electricidad utilizada para este tipo de almacenamiento es renovable el combustible que se obtiene también lo es, como sucede con el hidrógeno verde.
• Almacenamiento con baterías eléctricas. Se utiliza en vehículos eléctricos, en viviendas y en los últimos años están experimentando un desarrollo y reduciendo sus costes. Como tarea pendiente tienen que mejorar su vida útil y fomentar la reutilización de componentes.

Cada sistema de almacenamiento tiene sus peculiaridades y por eso lo más óptimo es combinarlos para obtener la mayor capacidad posible. La electricidad por sí sola no puede almacenarse y lo que no se consume en el acto, se pierde.

Conoce las ventajas de almacenar las energías renovables aquí.