El autoconsumo compartido y sus múltiples ventajas
El autoconsumo solar compartido se ha convertido en una alternativa para ciudadanos, pymes, medianas empresas o administraciones locales que quieran compartir la energía generada por una instalación solar. La ampliación del límite a compartir la energía de una instalación hasta los 2.000 metros, ha permitido que esta fórmula pueda crecer y desarrollarse, siendo útil para muchos más agentes que antes.
Esta fórmula es ideal para que comunidades de vecinos, barrios, polígonos industriales, puedan asociarse para beneficiarse de la energía generada por una misma instalación solar. Así se aprovecha la generación de un punto concreto y se reparte el consumo entre los miembros que forman la comunidad energética.
Tipos de autoconsumo compartido
- Autoconsumo compartido sin excedentes: Con este modelo los consumidores se agrupan pero sin verter a la red la energía sobrante generada.
- Autoconsumo compartido con excedentes sin compensación: Con este modelo los consumidores se agrupan y los excedentes no consumidos se venden a alguna comercializadora eléctrica. Los integrantes de la comunidad deben darse de alta como productores de energía eléctrica.
- Autoconsumo compartido con excedentes con compensación: Con este modelo los consumidores se agrupan y reciben un descuento en su factura de la luz por los excedentes que se han vertido a la red.
Ventajas del autoconsumo compartido
- Accesibilidad. Democratizan el uso de la energía solar, ya que el coste para acceder a este tipo de instalaciones es más económico que en una instalación individual.
- Eficiencia. Las instalaciones de autoconsumo compartido son más eficientes porque tienen más posibilidades para elegir la ubicación más óptima en la que generar el máximo de energía. Estas instalaciones suelen ocupar superficies más grandes que lo que ocuparían las diferentes instalaciones individuales.
- Amortización mucho más rápida. En las instalaciones colectivas el periodo de amortización se reduce por dos motivos: que son más eficientes y que son más económicas que las individuales.
- Ahorro de energía. La energía generada por una instalación de autoconsumo compartido sirve para abastecer elementos comunes que comparten los diferentes usuarios, proporcionando un ahorro que con una instalación individual no se conseguiría.
- Mejor uso de las cubiertas. Las cubiertas de naves y edificios que hasta ahora estaban en desuso y no aportaban ningún valor a la propiedad, con una instalación de autoconsumo compartido pueden rentabilizarse de una manera sostenible.