Siete son los países que ya tienen toda su electricidad renovable a partir de fuentes sostenibles liderando el camino hacia un futuro energético más sostenible y libre de emisiones. Estos países son Albania, Bután, Etiopía, Islandia, Nepal, Paraguay y la República Democrática del Congo.

Cada uno de estos países tiene su propia historia única de cómo ha logrado esta hazaña. Desde el abundante potencial hidroeléctrico de Paraguay hasta la geotermia aprovechada en Islandia, pasando por la energía solar en Nepal y la hidroeléctrica en Etiopía. Estas naciones han capitalizado sus recursos naturales de manera innovadora y eficiente para conseguir el objetivo de generar a partir de renovables toda su electricidad.

¿Cómo lo han conseguido?

Tomemos, por ejemplo, el caso de Islandia, un país conocido por su impresionante geología volcánica. Aquí, la energía geotérmica y la hidroeléctrica son la columna vertebral del suministro eléctrico del país. Gracias a su compromiso con la investigación y la innovación en tecnologías renovables, Islandia ha logrado no solo satisfacer su demanda de electricidad, sino también exportar energía limpia a países vecinos.

Por otro lado, Bután es un ejemplo destacado de cómo un país puede aprovechar su geografía montañosa para generar energía hidroeléctrica de manera sostenible. A pesar de ser un país pequeño y relativamente menos desarrollado, Bután ha invertido en proyectos hidroeléctricos que no solo alimentan su economía interna, sino que también lo han convertido en un exportador neto de energía limpia.

Estos ejemplos demuestran que la transición hacia la energía renovable no es solo una posibilidad, sino una realidad alcanzable. A medida que enfrentamos la urgencia del cambio climático, la experiencia de estos siete países nos muestra que la dependencia de los combustibles fósiles no es inevitable. Con el liderazgo político adecuado, la inversión en infraestructura y tecnología, y un compromiso sólido con la sostenibilidad, otros países pueden seguir su ejemplo y avanzar hacia un futuro energético más limpio y seguro.

Además, estos logros también subrayan la importancia de la cooperación internacional en la lucha contra el cambio climático. Los países que ya han logrado la autosuficiencia energética pueden servir como modelos y socios para aquellos que aún están en camino de alcanzar ese objetivo. Al compartir conocimientos, tecnologías y recursos, podemos acelerar la transición global hacia un sistema energético basado en fuentes renovables y mitigar los impactos del cambio climático a escala mundial.